Si queremos ponernos manos a la obra, lo primero es conocer bien el terreno en el que "vamos a obrar", por eso considero importante hacer un diagnóstico del centro. El haber estado en este centro ya el curso pasado no me exime de esta tarea, ya que desde el despacho de orientación la vista es diferente que desde mi aula. Esta fase de diagnóstico supone para mi un doble ejercicio de análisis y cambio de enfoque que resulta más que interesante.
A esto he dedicado de manera rigurosa los martes, miércoles y jueves en horas de no permanencia y tardes pactadas con el orientador, pero podemos decir que el tiempo real que he dedicando a esta tarea es mucho mayor.
Los objetivos de esta fase (de manera resumida para no alargar esta entrada) son:
-identificar necesidades y demandas "explícitas e implícitas"
-favorecer un clima de trabajo de confianza mutua, cooperación, complicidad...
-conocer las características de las personas, grupos y contextos con los que voy a trabajar
-identificar la legislación de la que debo partir y por la que debo regirme.
Para lograr estos objetivos he empezado a asistir a las reuniones del Equipo de Orientación en el mes de septiembre (además de entrevistarme con maestros, dirección, familias y alumnos), he pensado que formar parte de este equipo desde el primer día del curso escolar sería más apropiado para lograr la integración que pretendo. En estas reuniones he tomado nota de las necesidades presentes en el centro, de quién las manifiesta y cómo las manifiesta. Ciertamente he detectado unas necesidades explícitas y otras que están latentes en el funcionamiento del ccntro. Así mismo he podido comprobar cómo no todas las demandas llegan a este equipo o cómo el equipo directivo las frena. Mi postura ha sido la de mediadora... hasta que tocamos el caso de los dos alumnos que pretendo ayudar con este proyecto y la maestra "batalladora" que llevo dentro salió a escena. Ánte la inoperacia del Orietador de mi cento demandé la ayuda del Equipo Específico de Orientación, en mi reunión con dicho equipo realicé un informe detallado de la situación de estos niños. este informe incluía:
-situación actual de los alumnos
-necesidades detectadas
-refuerzos recibidos hasta el momento, intervenciones realizadas...
El resultado de la reunión y el informe realizado fué positivo para los niños, ya que el Equipo Específico desconocía el abandono al que estos alumnos se veían sometidos desde su escolarización en el centro. Tras esta reunión la profesora de Pedagogía Terapeútica interviene con estos alumnos en el aula y la profesora de Audición y Lenguaje también. Por otra parte ahora contamos con su respaldo y colaboración para realizar una atención lo más ajustada posible a las necesidades de estos niños.
Sin embargo y a pesar de lo conseguido, evalúo negativamente mi intervención ya que en mi afán de hacer justicia y conseguir recursos para estos alumnos, olvidé que el orientador podía sentirse atacado y por tanto responder con otro ataque. Ante el Equipo Específico, el "no trabajo" del orientador del centro quedó patente y eso ni era uno de mis objetivos ni repercute positivamente en mi trabajo diario.
Considero que he "diagnosticado" bien el centro, conozco las necesidades reales que hay en él y las dificultades que hay para dar respuesta a ellas. Conozco los recursos de los que disponemos y las trabas que se presentan para acceder a ellos. He conseguido el compromiso de la profesora d PT, AL, tutora y del propio orientador para llevar a cabo un plan de trabajo específico en el aula de estos niños, NO a sacarlos del aula, sino a apoyar a esa aula y a esos alumnos con todo su grupo y maestros.
En los próximos días, veremos si estos compromisos se van cumpliendo y de qué manera podemos organizar las intervenciones para los dos casos que nos ocupan.
No hay comentarios:
Publicar un comentario